26 diciembre 2009

Mientras haya Sol y Mar; mientras te recuerde, Solimar















Hoy, cuando el mundo es tan malo,
y se pone cada vez peor;
ahora, cuando hace tanta falta
juventud, voluntad, ternura y tesón;
te vas de esta vida traidora
a un lugar mucho mejor.

Tu voz se transforma en recuerdo,
se siembra en la patria tu amor
para que tu amigo, el campesino,
marche hacia su liberación.
Porque tu canción es semilla de vida
para nuestra Revolución.

Nosotros, los que aquí quedamos,
mantendremos la lucha activa.
Yo seguiré siéndole leal a mi sueño,
lo que mi corazón tanto ansía:
que un nuevo Ejército Libertador
invada la Tierra un día.

Un ejército de cantores, poetas,
trabajadores y estudiantes enamorados de la vida,
con Jesucristo de Comandante
y contigo en primera línea,
que barrerá la injusticia y la oscuridad
que empañan nuestra alegría.

No te preocupes, niña hermosa,
tu canto no se perderá:
es y será luz que alumbre
nuestras ganas de amar y luchar,
y tu fusil de poemas
alguien más lo empuñará.

En esta tierra que pare soldados
y que jamás se rendirá,
por más invitaciones que le hagan
a ser idiota y banal,
y a no tener otro objetivo
que consumir más y más.

Y, así como siempre habrá playas
mientras haya Sol y Mar;
siempre habrá razones para vivir,
siempre tendrá sentido luchar,
y siempre valdrá la pena ser un hombre bueno
mientras te recuerde, Solimar.


Gracias por existir, hoy más que nunca. Guárdame mi puesto, allá nos vemos...

1 comentario:

Edgar Zurita dijo...

HOla compadre, que poema tan lleno de vida. LOs que esperamos a DIos aspiramos ver a nuestro seres queridos un dia no muy lejano. Buen poema. le felicito